
Veinte carritos tipo kiosco fueron presentados al público, los cuales son utilizados por los vendedores de confites y emplasticadores de documentos que se ubican en determinados sitios del centro de la ciudad.
Olga Vidal, que tiene su puesto de caramelos desde hace tres años en la calle José Antonio Eguiguren, frente a la Corte de Justicia, anteriormente laboró 23 años con este mismo negocio dentro de la Corte, pero por adecuaciones del edificio salió y se ubicó al frente de la institución con una pequeña caja para hacer sus ventas.