Pablo Palacio (1906-1947)

A pesar de su dura infancia, Pablo demostró ser un exitoso profesional, y ocupó cargos importantes como: abogado, docente, periodista y brillante escritor. Un Hombre muerto a puntapiés es una de sus obras. Nació en Loja el 25 de enero de 1906. Fue hijo de madre soltera, doña Clementina Palacio. Cuando aún era niño su madre murió quedando en completo abandono, aunque su tristeza fue grande más tarde gracias al apoyo de su tío José Ángel Palacio ingresó a la Escuela de los Hermanos Cristianos. La secundaria tuvo cumplimiento en el Colegio Bernardo Valdivieso y los estudios superiores en la Universidad Central del Ecuador, donde obtuvo el Título de Doctor en Derecho el 28 de Febrero de 1931.

Palacio se desempeñó como profesor titular de Filosofía y Letras en la Central del Ecuador; fue Subsecretario de Educación y, además, un brillante escritor y periodista reconocido. Entre las obras de su producción constan: Ojos Negros, El Huerfanito, Un Hombre muerto a puntapiés, Amor y Muerte, Rosita Elguero, Débora, Vida del Ahorcado, entre otras.

En 1937 contrajo matrimonio con Carmen Palacios, procreando dos hijos: Carmen Elena y Pablo Alejandro. Un año después de casado empezó a perder el conocimiento, según algunos, producto de golpes propiciados en su infancia al caer y rodar en una cascada por varios kilómetros, afectando así su cerebro. Otros piensan que fue, por la sífilis, enfermedad que le habría contagiado una bella ertista de teatro que llegó al país.

La demencia adquirió mayor fuerza en 1940, situación que obligó a sus familiares internarlo en el Hospital Eugenio Espejo y finalmente en el Vernaza de Guayaquil. Murió en esa ciudad, el 7 de enero de 1947. a pesar de su presencia física, los trabajos literarios del lojano Pablo Palacio, trascienden las fronteras. En la actualidad se realizan varios eventos en homenaje a los cien años de su muerte.

Fuente: Suplemento de Virgilio Guerrero.

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